domingo, 20 de mayo de 2012

La peor guerra que existe es la del corazón contra la cabeza.

Estuve a punto de conseguirlo, rocé el éxito con la punta de los dedos. Estuve tan cerca. Ya me había olvidado del sonido de tu risa, de tus besos mañaneros, de cómo me sentía al cogerte la mano. Los recuerdos habían ido desapareciendo poco a poco durante un largo invierno y una primavera gris. Estuve a punto, sí. Un día me levanté y por fin con ganas de olvidar, tirando todas tus fotos. Aquel era el último paso, la última barrera. Estabas fuera de mi vida, definitivamente y para siempre. Y entonces, cuando volví a verle.. ver su sonrisa tan perfecta, sus tonterías, y esos ojos.. caí. 
Y es que, por suerte o por desgracia, siempre habrá una fecha, una palabra, un lugar, un número, una mirada, una película, una canción, un momento y una sonrisa que te recuerden a él.

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